La energética española renueva su logotipo, tipografía y cromatismo con un rediseño a cargo de Saffron, Picnic y su equipo interno. El nuevo diseño ya se despliega en estaciones de servicio, oficinas y canales digitales, en una transformación que va más allá de lo estético.

Repsol ha presentado una nueva identidad visual, y aunque a primera vista el cambio pueda parecer contenido, lo cierto es que forma parte de una operación mucho más amplia: alinear su imagen con su transición hacia un modelo energético más diversificado. La compañía, que hoy combina hidrocarburos, renovables, movilidad eléctrica y servicios digitales, busca proyectar esa transformación a través de una evolución gráfica sutil, pero cargada de intención.
La nueva imagen, firmada por la consultora de branding Saffron junto al estudio Picnic y el equipo interno de Repsol, conserva la reconocible silueta del símbolo solar —un gesto clave para no romper con su potente legado visual—, pero le incorpora volumen, fluidez y un nuevo degradado cromático que va del naranja al magenta. El logotipo abandona las mayúsculas y adopta una tipografía exclusiva, Sole Repsol (diseñada por Dalton Maag), en minúscula y con formas más suaves. Por primera vez en su historia, la marca también incluye una identidad sonora, que se escuchará en estaciones de servicio al cargar un coche eléctrico o descolgar la manguera de un surtidor.
La actualización no es solo estética. Según explica la propia compañía, el objetivo es reflejar “una estrategia multienergética, con soluciones adaptadas a cada necesidad”. El despliegue ya ha comenzado en estaciones de servicio de Madrid, Lisboa, Bilbao y Cáceres, y se extenderá a más de 100 estaciones, 600 puntos de recarga y 100 oficinas multienergía a lo largo de este año.